Tras 4 años sin escribir traigo la receta del tofu perfecto. Siempre quiero retomar pero nunca encuentro el momento.
La primera vez que probé el tofu me dije a mí misma
¿cómo voy a comer esta cosa tan horrorosa?
El tofu, amado por unos, odiado por otros, es un ingrediente muy versatil, que no sabe a nada, pero si aprendes a cocinarlo puedes convertirlo en un manjar básico de tu cocina. Con los años he experimentado con miles de mezclas, de sabores, de maneras de hacerlo, pero al final, la que más me gusta, es la más sencilla.
Todas las recetas de tofu recomiendan escurrir el agua, marinarlo durante horas, hacer miles de esparabanes que para mí son absolutamente innecesarios. (Aunque reconozco que si tengo tiempo y gana a veces los hago)
Esta es la receta más simple y perfecta para mi gusto, rápida y muy sabrosa.
Ingredientes:
- Tofu firme o extra firme (blanco, sin sabores, yo diría que unos 150 g por persona)
- Salsa de soja
- Vinagre de arroz (o cualquier otro en su defecto)
- Cerveza (sustituible por vino)
- salsa picante (opcional, como siempre)
- aceite (oliva, girasol...)
- ajo
- jenjibre
Elaboración:
Cortar el tofu en laminas pequeñas como de unos 3-4 mm de grosor. Echar un chorrito de aceite en una sartén antiadherente y ponerla al fuego. Poner las láminas de tofu.
Mientras se dora un poco mezclar en un vasito pequeño o una tacita de café los ingredientes líquidos, si me queda el culo de una cerveza siempre lo guardo para cocinar, o, si no, tengo alguna lager no muy cara para estos menesteres, el vino también da muy buen sabor. Más o menos mitad de cerveza, cuarto de vinagre, cuarto de salsa de soja y una pizca de salsa picante, pero podéis variar a vuestro gusto. Añadir el contenido a la sartén a fuego medio.
Picar el ajo y jenjibre, los dos ingredientes frescos es lo ideal, aunque si los tenéis secos y en polvo también valen para un apaño, muy muy finito. Dar vuelta a las laminas cuando el liquido se vaya evaporando y cuando esté prácticamente hecho, añadir el ajo y el jenjibre. Dar un par de vueltas más hasta que quede crujiente por ambos lados.
Esta es la manera básica, pero yo que soy de sabores intensos suelo hacer el proceso dos veces, es decir, añadir salsa una segunda vez y echar el ajo y jenjibre en dos tandas. Me gusta echarlo al final para que no se quemen y conserven su sabor.
Observaciones:
Esta receta está muy bien para tomarla como plato principal acompañada de una ensalada y quinoa, arroz... Pero también es una manera ideal de tener un relleno estupendo para bocadillos, así que si coméis fuera sería una fuente de proteina estupenda para meter entre el pan.
Mientras se precalienta el horno a temperatura media, machacar los plátanos con un tenedor, mezclar con el aceite, añadir la harina y la levarua, seguir mezclando, echar el azucar y cuando la masa esté homogénea ehar los frutos secos, en mi caso nueces, hay quien ama las pasas. 
