Hace tiempo que mis sospechas me hicieron meterme en ese gran mundo que es internet e investigar, confirmé mis miedos, el microondas es un invento del demonio.
Navegando por la red encontré causas científicas, suposiciones, alertas, no me hacían falta para no incluir este elemento en mi menaje, pero me daban alas para iniciar una cruzada contra él. El microondas cambia la composición interna de los alimentos, sin saber si los nuevos resultantes serán nocivos para la salud o no. No solo eso, la perdida de nutrientes está demostrada por diversos estudios.
Todo lo científico lo tenéis a golpe de ratón, yo hace mucho que indagué y no podría citar mis fuentes exactas, ni pretendo ni puedo escribir nada en una línea mas seria, mis razones son puramente empíricas, derivadas de mis viviencias personales.
Observo que la comida queda seca, cuarteada, su sabor dista mucho del que tenía antes de haber sido sometido a un calentamiento dentro de este electrodoméstico, el calor no es reconfortante como el de los alimentos calentados de forma tradicional, pero quema mucho más y durante más tiempo. Algo que ha estado dando vueltas en un microondas no podrá ser tomado al cabo de unas horas, mientras que si hemos empleado la tradicional cazuela estará fresco incluso dos o tres días después si lo hemos conservado bien.
Encima en ocasiones al acercarme a un microondas en funcionamiento me han dado pinchazos en la cabeza, puede parecer paranoia, pero eran experiencias no inculcadas, no había leído ni oído nada semejante, fueron síntomas repentinos sin haberme dado cuenta siquiera que estaba al lado de semejante aparato.
Cuando estoy en un restaurante y calientan algo en microondas lo noto, aunque no lo haya visto, hay algo en ese calor artificial que delata que detrás de lo ingerido hay prisas y poca consciencia.
En definitiva, yo paso del microondas, y cuando sus defensores me comentan todas sus ventajas, solo hay una que no puedo rebatir, que es que no mancha, me limito a encogerme de hombros y pensar "pero ocupa un espacio innecesario y, probablemente, mate".
Ya sé que vivo rodeada de ondas, pero intento no permitir que me arruinen una buena comida.